El Hospital Santa María Chapalita cuenta con una Unidad de Hemodiálisis para el tratamiento de pacientes con insuficiencia renal, tanto externos, como internados o en terapia intensiva.
Nuestra unidad está abierta para todo paciente con insuficiencia renal y para los nefrólogos que necesiten proporcionar este servicio a sus pacientes.
Todo el personal de la Unidad de Hemodiálisis tenemos el objetivo de proporcionarle un servicio de la más alta calidad y hacer su estancia lo más segura y agradable posible.
Le ofrecemos:

Responsable: Dr. Gonzalo García y Otero
Teléfono: +52 (33) 3678-1489
• Máquinas de hemodiálisis con los mayores adelantos tecnológicos.
• Personal médico y de enfermería capacitado, amable e interesado en proporcionarle la mayor seguridad en su tratamiento, y ofrecerle las condiciones más agradables durante su estancia.
• Control de calidad en cada uno de los componentes de su tratamiento de hemodiálisis.
• Información completa, veraz y adecuada acerca del tratamiento de hemodiálisis, y de los posibles cambios que pudieran ocurrir con la misma. Si usted tiene alguna duda, por favor hágala saber y le atenderemos.
• El mayor respeto y consideración a su persona. Toda la información de su expediente clínico y de hemodiálisis es confidencial.
• Servicio las 24 horas.
Si usted está temporalmente de vacaciones, negocios u otra razón en Guadalajara, con gusto podemos hacernos cargo de su tratamiento hemodialítico mientras permanece en nuestra ciudad. En estos casos es importante que antes de venir solicite a su nefrólogo un resumen de su cuadro clínico y su tratamiento habitual para brindarle las mejores condiciones durante su estancia.
La hemodiálisis
Es una forma de tratamiento para los pacientes con insuficiencia renal. Una de las funciones de los riñones es la excreción de toxinas y el exceso de líquido que se acumulan en el cuerpo como producto de la vida diaria.
Cuando los riñones se enferman y llegan a etapas avanzadas de daño (insuficiencia renal crónica o aguda), estas toxinas y exceso de líquido tienen que ser removidos para permitir que el paciente sobreviva.
La hemodiálisis cumple ese objetivo: a través de un acceso vascular (catéter de hemodiálisis o fístula arteriovenosa) y gracias a una bomba localizada en la máquina de hemodiálisis, se extrae la sangre del paciente.
Esta sangre se dirige por un sistema de tubos de plástico especial hasta el filtro (riñón artificial), en donde se pone en contacto con el líquido de diálisis, lo que finalmente logrará la remoción de las toxinas y el exceso de líquido. Durante este procedimiento se pueden eliminar grandes cantidades de estas sustancias con rapidez y eficacia.
Generalmente se realizan 3 sesiones de hemodiálisis por semana, con duración de 4 horas cada una. Aunque la hemodiálisis sustituye una de las funciones de los riñones de manera satisfactoria, otras funciones deben seguir siendo tratadas mediante medicamentos y modificaciones en la dieta que los pacientes deben seguir de forma constante. Su nefrólogo de cabecera le informará más en detalle al respecto.